Juan López Díez
En el marco de la reflexión que en su día emprendí en torno al modo en que la experiencia de habitar delimita nuestra percepción del espacio y el tiempo, mi trabajo acude a elementos de carácter arquitectónico asociados a las estructuras de poder para tratar de vislumbrar alternativas a las relaciones sociales normativas. Mediante el recurso de la metáfora y siempre desde la intervención específica en espacios dados, pretendo quebrar y luego recomponer los vínculos entre los tres elementos que conforman la ecuación de mi trabajo: ciudad, subjetividad y poder. La idea de “quebrar” es esencial en mi práctica. Me permite vincular la objetividad del “afuera” con la percepción individual. En muchos casos, este tránsito se realiza a través del lenguaje, que es sistemáticamente sesgado y recompuesto para alumbrar nuevos significados. Su eco reverbera en el collage, que enfatiza una relación compleja y ambigua entre textos e imágenes. En los intersticios (en la fractura) que esta produce, anida la tensión entre lo privado y lo público y la reevaluación del espacio social.